martes, 12 de enero de 2010

Día de todos los tiempos

demonios y locuras que emanan de esta vida que llevo, mientras llueve dentro de la casa, espero afuera ser recibido en el lecho de alguna fogata encendida por un par de piernas, mientras - otra copa por favor, whisky en las rockas-, un suspiro que vuela de tus manos a mi rostro y un beso que te da mi mirada; de lejos, mis labios te abrazan, es como si todo se fuera a la mierda por este momento que alucino, es que estoy en deuda contigo, pues en la vida anterior no te encontre, mi mision, cambiar las estrellas, no me importa lo que digan, si, son bellas y hermosas, pero a gran velocidad son tan mortales igual que regresar el reloj una hora, darle una mordida a la luna, la noche extensa.

todos tenemos un destino que cumplir, tus mejillas, como vagar por la mano de Buda, sin encontrar el camino, solo siguiendo la luz infinita que comienza en tus ojos, cada latido acelera para llegar a la meta, las horas fugaces que duraran eternidades de un instante, sonrisas al pie de la cornisa, donde te lanzaste para llenar el vacio dejando la mancha de vino tinto en mi boca que haz hecho tuya, -mesero, otro whisky- miro el final de la ronda, al fondo del vaso, no hay momento mas grato que estar sentado, pensando y creando sucesos fantasticos.

por hoy me ire, tenemos tu y yo algo pendiente por hacer; mas no, no ser seres azules con alas, tampoco vivir felices para siempre, solo queda champagne y pasion para derramar, toma el vuelo directo a mi pecho, las nubes no son de algodon, ni las aves cantan, solamente te atiende una azafata y todo es tan normal, vamos, sube, abordo, no tendremos todos los dias para aterrizar, acepta la oferta, la demanda es grande, aun espero, milagros existen, creo en ellos y tambien en ti.