Despertaba en mi cama con la pose boca arriba y la cabeza reposada en la almohada, cubierto por el cobertor de Tigres, ese que me regaló mi papá hace unos pocos años atrás, mientras sonaba la alarma de mi despertador para anunciar que eran las 6:00 a.m. y debía levantarme para echarme un baño e ir a trabajar.
La flojera empezaba a tomarme preso mientras mi súper yo me mandaba a la regadera; lo que si no me dejó nunca es el nervio que da saber q el día de hoy jugaremos una parte de la final, esa que decidirá si solo seremos olvidados ante el tamaño de un campeón o si somos los mejores del país, esa gloria que tanto deseamos tener entre nuestra gente, familia, afición, etc.
Así comenzó el día 8 de diciembre, un aniversario luctuoso más del gran músico inglés John Lennon. Despertaba con la ansiedad de que llegara la fecha. Con un frío infernal y la necesidad de acabar con esa sensación de incertidumbre que cargaba, esa que da cada que se sabe que ha de disputarse algo importante y trascendente en la vida.
Me dirigía a trabajar, mas no antes sin despedirme de mis padres, a quienes admiro tanto, un beso en la mejilla a cada uno y un abrazo para recibir confianza en mi ser. Subí al coche, puse las llaves en el tambor y lo encendí, mientras arrancaba pensaba: "hoy es la final, tenemos... no... no tenemos, debemos de ganarla", no hay lugar para pensar otra cosa, no hay espacio ni tiempo para otros pensamientos.
Este sentimiento del cual no me arrepiento, que si a los jugadores comoquiera les van a pagar, todos se irán algun día, los técnicos también y los directivos igual; sí todo lo anterior es cierto, sin embargo los que quedaremos para siempre seremos los hinchas, los fanáticos, los seguidores y los recuerdos que nos queden a cada uno de nosotros.
Esos recuerdos que transmitiremos a nuestras generaciones siguientes y esperemos que sean más experiencias las que vivamos para que a ellos también les toquen las futuras épocas importantes.
Mi papá me contaba de aquellos históricos: Tomás Boy, Batocletti, Miloc, Pilar Reyes, Mateo Bravo, Barbadillo, Izquierdo, Orduña, etc. yo quiero contarle a mis hijos de los héroes de hoy.
Esta final es nuestra, de los que siempre estuvimos en las malas y en las peores, muchos ahora sacaron su lado Tigre, esperemos que así los veamos en las malas rachas. Tigres somos todos, vamos a salir a la cancha a ganar, a dejar todo el corazón, vamos juntos por el triunfo el equipo y su afición! el triunfo que será siempre recordado por todos nosotros.
- Dale, dale TIGRES! yo se que tú vencerás!
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