la obra continúa

Ese momento que vivirá eternamente en tu memoria cuando de niño abrazaste la camiseta y te vestiste con sus colores para enamorarte de ellos, sin saber cuántos como tú hicieron lo mismo y ahora, seguimos reunidos bajo el mismo escudo y alentamos al equipo que nos dio amistad y alegrías de fútbol; hoy, tantos años después de esa infancia en que soñábamos ser el jugaidor estrella del club y creíamos algún día jugar en primera y anotar en el clásico e ir a festejarlo con la hinchada, aquí seguimos en ésta carretera de la cual no pienso apartarme, los jugadores ni los directivos saben que existimos, es algo que no hacemos por ellos, es algo nuestro con lo que vivimos y le contaremos a nuestros hijos, la huella que dejamos en la tribuna, en nuestro papel de hinchas, todo mientras sigamos aquí en este mundo inmundo. Así pasamos la vida, y es fecha aún en que la gente sigue sin entenderlo.